Thursday, April 23, 2009
La Sociedad Enjambre
A veces creo que lo único que ha cambiado es que ahora tenemos las herramientas para ponernos en contacto con cientos, miles e incluso millones de personas. Y como no fuimos formados para estos niveles de interacción, pues tampoco sabemos como manejarlo (no hablo por las nuevas generaciones) y nos asustamos.
Se habla de la inteligencia colectiva, del millón de moscas, de la verdad relativa, de las comunidades globales y no se por qué me recuerda a los insectos, estos pequeños seres pueden llegar a realizar proezas increíbles; encontrar plantaciones, informarles a los otros, diseñar un plan de ataque y devastarla. Las hormigas organizan millones de obreras en filas, se dividen el trabajo, transportan los alimentos, organizan los almacenes, e incluso racionan los alimentos. Y que decir de las abejas que ubican las flores, regresan a la colmena, comunican a las demás la ubicación, y millones de ellas salen y traen tanto polen como pueden.
Lo curioso es que los insectos claramente no tienen las habilidades logísticas, el don de liderazgo, la capacidad de manejar altos niveles de información, ni siquiera una forma de comunicar a millones de individuos el plan a seguir y de todas formas las tareas son realizadas. Y cómo? pues a través de pequeñas interacciones muy básicas con respuestas igual de sencillas, pero que al ser realizadas por millones parecen las proezas del mayor de los imperios.
Podríamos estar simplemente frente a las consecuencias a gran escala de "pequeñas interacciones" entre los seres humanos?, será que al tener que complicar todo lo sencillo lo queremos ver difícil por el gran resultado que obtenemos?, podría nuestro afán de individualidad impedirnos ver la magia de la colectividad? será que ahora somos más un enjambre que una sociedad?
Dejaremos pasar unos años y tal vez una generación para ver los resultados de las investigaciones que apenas están comenzando sobre nosotros en la "red" (no en vano se llama red).
Wednesday, March 11, 2009
Un Blog de Cajón
Es fascinante ver como la vida se simplifica en frases de cajón, y hasta pareciera que a cada ocasión le corresponde su frase de cajón.